jueves, 3 de mayo de 2012

Comiendo de mis manos.


La espera.
Cuando llevas mucho tiempo esperando algo que sabes que quizás nunca llegará, y de repente llega, te quedadas anonadada.
Sí, anonadada. Alucinas. No sabes como responder ni como reaccionar. No sabes si viene o si va. ¡Qué complicado! 
No puede ser tan difícil decidirse. Decir sí o no. Elegir entre el blanco o el negro. No se, tampoco es tan complicado. Sólo tienes que dar una respuesta, pero bueno.
Pongámonos en situación. Hace unos días que no sabes nada sobre aquella persona y de repente ¡ZASCA! Aparece cual anuncio en medio de tu serie favorita. Así sin más, sin decir hola, sin avisarte con antelación. Así espontáneamente, como el que no quiere la cosa. Y claro tú, alma cándida, le contestas y empiezas a convertirte en una pava en celo. Decides que todo lo malo que tenía, era una simple mala racha. “Él es así, no pasa nada.” ¡No!Cómo eres tan tonta de volver a caer, cómo puedes ser tan estúpida como para volver a lo mismo de siempre. Sí, no, sí, no, sí, no. Ahora quiero, ahora no quiero, ahora quiero, ahora no quiero…
Las cosas no tienen que ser así, no tienes que estar siempre detrás de él, no tienes por que ir corriendo cuando él abra los brazos para luego tirarte y dejarte sin más. 
Después de está reflexión mental, dices: “Que cojones, si no le necesito. Si estoy muy bien así sin preocuparme.” Y le sigues el juego un poquito, sólo un poquito y entonces te das cuenta que, el que no puede vivir sin ti, es él. 
Seguidamente, lo único que te queda por hacer es dejar las cartas sobre la mesa y decidir si te va bien como estás o quieres seguir jugando al ratón y al gato con él. Y ahí va; una vocecita atraviesa tu cerebro y te dice: “Pon los cojones encima de la mesa y deja las cosas claras. Se un poquito mala.” Y tú qué haces: “Hey! Vocecita, creo que voy a hacerte caso.” Y coges y los plantas. Así sin más.
Dejas que pase un tiempo prudencial, riéndote a carcajada limpia y le tendrás en tan solo 10 minutos comiendo de tus manos.
Así es la vida, un simple juego. El gato y el ratón o la señora que le da de comer a las palomas en el parque. Simple y llanamente.
Sigue viviendo tu propia vida y no dejes que nadie controle lo que hagas.
Harmonia :D

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